METNAL 007

Joaquín Soto




Bueno Ana continuaremos el día de hoy, Ud me habló de Rabión, cuénteme más sobre él








Ana Murillo

Bueno, él era parte de un grupo de criminales, una especie de pandilla, en la cual la líder es una mujer a la que la gente llama "Filibustera", pero tambien la conocen como "Filo", siempre oíamos rumores sobre ella pero nunca la habíamos visto, hasta que un día la conocimos, ese día me quedó claro que no había que tomarla a la ligera








Un día, -exclama Ana- yo iba siguiendo a un criminal, que como le había explicado antes, teníamos que asegurarnos de que fueran culpables, entonces, vi que llegó a un callejón solitario y me aseguré de ocultarme porque vi que lo estaban esperando tres tipos


La de en medio era Filo, a su derecha estaba Rabión y al otro lado al que llamaban "Escamo", ellos dos eran sus hombres de confianza y habían otros tipos que se les querían unir como el que estuve siguiendo que puede ver ahí que esta hincado.

Filo



A vaya ya regresaste por fin, y te vale venir unos minutos tarde










En ese momento pensé, -dijo Ana- ¿como es posible que podemos escucharla, si ni siquiera he sincronizado con ella? Pero un instinto me hizo quedarme callada en ese momento, lo que había escuchado de lo que ella era capaz de hacer dio como resultado que sintiera miedo, pero al mismo tiempo sabia que debía quedarme porque esta reunión era importante. También nos dimos cuenta ese día que ella podía sincronizar al instante, no sabíamos que tipo de tecnología le permitía hacer eso.

¿Pudiste conseguir lo que te pedí, novato? -exclamó Filo, con un semblante frío y altanero-

El novato contesto visiblemente nervioso que sí lo había conseguido, -explicó Ana- yo podía escucharlo porque ya tenía la sincronía completa con él como resultado de que lo estuve acechando, pero en ese entonces no podía escuchar a Rabión o a Escamo.

¿Y donde estaba Gerardo? Pregunta Joaquín

Como Gerardo no es tan rápido para desplazarse como yo, -cuenta Ana- él se queda practicando u observando a otros posibles criminales mientras escucha mis comunicaciones, siempre lo mantengo informado de mis hallazgos, Entonces, continua contando Ana, ellos verificaron que la mercancía que había robado el novato era la correcta, y se cercioraron que estuviera en buen estado.

Todo esta bien, -exclamó Filo- solo que hay algo que no te perdonaré novato, no toleraré ningún error

Alzando la vos, la bruja hace un movimiento violento con sus brazos, -cuenta Ana nerviosa- lo que hace que varias puntas se abalancen en conjunto hacia el novato


Causándole visiblemente mucho dolor, ahí mismo vi que se retorció y luego se desplomó, entonces me fijé que Filo me volteó a ver y le gritó al novato: ¡TE SIGUIERON MALDITO INÚTIL! Pero al mismo tiempo movió su brazo hacia mí velozmente y de inmediato sentí un dolor en mi mano izquierda que me hizo caer ya que con ella estaba apoyada a la pared.


Basándonos en la herida que me causó en la mano, que fue un daño físico, nos dimos cuenta que ese día
mató al novato, era la primera vez que vimos que las armas virtuales podían causar un daño real, ya que las que conocíamos enviaban señales de dolor al cerebro por medio de los implantes, también pueden paralizar o activar tus reflejos involuntarios pero no causar daño físico, al menos así nos lo explicó don Víctor, pero lo que usaba Filo si lo hacia. Nosotros pudimos ver que los rumores sobre ella eran ciertos.

Si puedo ver lo que usted vio ese día, -dice Joaquín- lastima que ahorita no podemos corroborar que el novato estuviera muerto, pero hablando de otra cosa ¿si quiero detalles técnicos de los nano implantes le pregunto a don Víctor?

Así es, -contesta Ana- no solo de los nano implantes, de todo lo que sea técnico.

A bueno, excelente -exclama Joaquín- pero continúe.

Entonces, -dice Ana- como me caí en ese pasillo alto y estrecho en el que estaba, algo hizo que me des-sincronizara con Filo por lo que ella envió a Rabión a buscarme, por suerte caí en un hueco donde podía ver hacia afuera, me quede congelada al observar que Rabión se asomaba a ver si me veía, yo sentía un gran dolor, explicaba Ana, porque no podía mover la mano izquierda y el hombro derecho me dolía porque con él pegue contra un extremo del muro y de rebote caí en el hueco, lo único que podía hacer era quedarme quieta, entonces escuché un ruido mas abajo en el pasillo que llamó la atención de Rabión, quien sin dudarlo fue a ver si me encontraba, por fortuna el hueco en el que caí era obscuro, lo cual por suerte me ayudó, además de seguro él vio algo haya abajo que le llamó bastante la atención porque me dio suficiente tiempo para escapar a salvo.

Todo el tiempo Gerardo estuvo llamándome pero decidí bloquearlo por si Filo pudiera escucharlo por medio de mi casco, fue una situación inusual y lo primero que hicimos Gerardo, don Víctor y yo, fue analizar los neuro-vídeos que había captado ese día, los que usted esta viendo ahorita mientras le cuento.

Entiendo -dice Joaquín-

Pero esa vez fue impactante para mi porque, ese pudo ser mi ultimo día en este mundo -dice
Ana con la mirada perdida-


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