![]() |
| Ana Murillo |
Cuando vimos a Rabión saltar de esa manera, nos tomó mucha ventaja, y por mucho que hubiera querido no podía alcanzarlo, pero aún así seguí corriendo como pude y logré ver que parecía ir hacia el edificio del centro financiero, pero luego lo perdí de vista, entonces Gerardo y yo decidimos seguir corriendo hacia ahí para ver si lo encontrábamos. En la parte de arriba del edificio está el monumento a la paz, llegamos ahí y lo vimos de pie entre las columnas del monumento y seguía confundido o afectado por algo.
![]() |
| MONUMENTO A LA PAZ, CENTRO FINANCIERO |
![]() |
| Rabión |
ustedes están dispuestos a luchar por esta mísera ciudad y sin saber todo lo que esconde, ¿vos sos al que llaman el tesón? Contáme ¿porque no te has ido de esta ciudad?
![]() |
| Gerardo |
porque me iría si los únicos que la arruinan son gente como vos y por eso los expulsamos
Maldita sea -grita Rabión enojado- ahí esta tu otro error, ¿sabés lo que pasa cuando expulsás a alguien?
No lo escuchés Ana, -dice Gerardo rápidamente- él solo trata de confundirnos
¿Se te ha muerto un pariente aquí dentro de Bivalvia? -dice Rabión agitado hiriendo en un costado a Gerardo- No saben lo que son capaces de hacer estos perros gobernantes ¿alguna ves fueron ustedes a las profundidades de esta ciudad maldita?
Por alguna razón veo que le afectan un poco esas palabras a Gerardo, -comenta Ana- talvéz también por el dolor de la herida que acaba de recibir
¡Calláte Rabión! -grita Gerardo- que sabe un despiadado asesino del dolor de los demás
Entonces veo a Gerardo que se le abalanza tirándole espadázos -añade Ana con emoción- los cuales Rabión va deteniendo, hasta que lo hace retroceder hasta una columna la cual utiliza como ventaja para atacar a Gerardo
Entonces Gerardo aprovecha para interceptarlo cuando cae y por fin logra herirlo, por suerte Rabión no es tan hábil con las espadas como lo es corriendo, pero aún así le devuelve otro espadázo que vuelve a herir a Gerardo
Me doy cuenta que si perdiste a alguien muy importante para vos, -Rabión exclama con un aire cínico- van a ver que no todo es lo que parece, ¡MALDITA SEA! déjenme en paz, váyanse y déjenme solo.
Entonces luego de un rato mas peleando, -cuenta Ana- se notaba que Rabión ya no estaba respondiendo bien, como si se estuviera dando por vencido, es ahí cuando Gerardo aprovecha para hacerle una herida que lo deja postrado momentáneamente
¡AHORA ANA! -grita Gerardo- marcálo, ya no va a ser una amenaza para nadie por lo menos en esta ciudad
Una de mis funciones en el equipo -cuenta Ana- es que utilizo el cauterizador, lo que hace es quemar superficialmente las palmas de las manos de los criminales para que no puedan hacer ninguna transacción dentro de la ciudad ya que ahí todo pago o registro se hace con las huellas digitales de las manos al pasar por un sensor, de esta manera no utilizamos dinero físico ni tarjetas. Es por esto que a los marcados no les queda otra opción que abandonar la ciudad, además, así la gente identifica de inmediato a cualquier malhechor, también hacemos lo que podemos para que la gente de afuera sepa porque están marcados, pero recuerde que es bien difícil para nosotros esa parte porque vivíamos aislados.
![]() |
| Joaquín Soto |
Entonces ¿en Bivalvia las identidades de las personas y todo documento del individuo se encuentra registrado en una base de datos que se accesa por medio de la palma de la mano?
Así es, -dice Ana- incluso se registran enfermedades, niveles corporales, también el estado de cuenta bancaria, profesión, privilegios, todo, de esta manera ya no tenemos que andar documentos ni nada de eso, lo sé porque mi mamá me contaba como era cuando vivía afuera
Interesante, -dice intrigado Joaquín- pero continúe ¿que pasó después?
A, pues, -cuenta Ana- sucedió algo que no nos lo esperábamos, luego de marcar ambas manos de Rabión, gritó unas incoherencias, se levantó y corrió hacia la orilla del edificio, nosotros lo observábamos sorprendidos porque no sabíamos lo que estaba haciendo, después de todo nosotros ya habíamos terminado con el, entonces, vemos que se sube al muro y con un gran alarido salta al vacío de ese edificio que tiene mas de 10 pisos, nosotros asombrados nos asomamos a ver por el muro y vimos que cayó estrepitosamente al suelo causándose su propia muerte, yo me quedé paralizada -exclama Ana- después de todo nuestra intención no es matar a nadie y como no existe una prisión dentro de la ciudad, lo único que podemos hacer es expulsarlos
PÁGINA 006















No hay comentarios.:
Publicar un comentario